domingo, 5 de noviembre de 2017

Propuesta de Manifiesto de la Plataforma Córdoba por la República. Por la Tercera


PROPUESTA DE MANIFIESTO DE LA PLATAFORMA CORDOBA POR LA REPUBLICA. POR LA TERCERA.
La coyuntura política muestra una vez más el agotamiento estructural del régimen del 78 y de la monarquía heredera del franquismo que lo representa. A la falta de legitimidad democrática que supone el hecho de que el pueblo español nunca ha podido ejercer el derecho a decidir sobre la forma de estado se le ha ido sumando el desmantelamiento del débil estado del bienestar que sustentaba un desigual pacto de rentas y por último la incapacidad del actual marco constitucional para encajar de modo democrático la realidad plurinacional del Estado.
Ante ello, la Plataforma Córdoba Por la República plantea la ruptura democrática y el fortalecimiento de un poder constituyente popular como la única salida que puede favorecer los intereses de las clases trabajadoras frente a las posiciones continuistas o reformistas. La forma de Estado resultante de este proceso de ruptura con el régimen del 78 debe ser la República o, dicho de otro modo, el fin del sistema de poder económico, mediático y cultural heredado del tardofranquismo solo puede conseguirse mediante la lucha por la Tercera República Española.
Para ello, ante todo es preciso clarificar que tipo de república proponemos y defendemos, porque según los contenidos reales políticos y sociales que otorguemos al nuevo régimen podrán establecerse o no las necesarias alianzas de clase en el sentido de avanzar hacia la mayoría social necesaria para abrir el proceso constituyente. Claro está que la Tercera República no puede ser una reedición de la Segunda, puesto que ni la España actual ni el marco geopolítico global son los de 1931, pero no deja de ser cierto que algunos de los grandes retos transformadores a los que se enfrentó el estado republicano no han sido resueltos y siguen suponiendo un objetivo de conquista para las clases trabajadoras. En este sentido, consideramos necesario un documento de mínimos que nos permita desde una perspectiva unitaria avanzar hacia un Manifiesto andaluz por la Tercera República. En síntesis, nos pronunciamos por:
  • Carácter antioligárquico, entendiendo como tal el control y la sujeción al interés público de las élites económicas y mediáticas de carácter nacional, transnacional o global.
  • Defensa de lo público y supremacía de los intereses y necesidades sociales frente a la lógica del beneficio privado como fundamento de la economía productiva y del sistema financiero. Un sector público potente que sirva de modelo y referente en cuanto a la calidad del empleo y la gestión transparente y democrática del proceso de producción y de los recursos financieros. El valor supremo de lo público frente a lo privado debe comenzar por desprivatizar la jefatura del estado, otorgándola a la nación como el primer espacio político propiedad de la ciudadanía. La República debe avanzar hacia un cambio del modelo económico, que incluye una economía autocentrada y la soberanía de los territorios para gestionar sus propios recursos y no enajenarlos a fuerzas transnacionales depredadoras y explotadoras.
  • Profundización de la democracia, reforzando las formas directas de participación en el espacio social y económico más próximo, descentralizando el Estado y admitiendo la plurinacionalidad como rasgo constitutivo del mismo. Esto supone situar el municipalismo y el federalismo como los ejes de la convivencia democrática de la nación, superando las unidades provinciales heredadas del centralismo decimonónico
  • Laicismo radical, lo que debe suponer una total separación entre Iglesias y Estado. También en este caso se trata de algo más que una cuestión ideológica o abstracta. Las Iglesias deben financiarse y sostenerse con sus propios medios, la enseñanza de las religiones no tiene espacio en los centros públicos ni puede sufragarse con el dinero de todos los contribuyentes, ningún privilegio fiscal para las confesiones religiosas que deben contribuir en pie de igualdad con el resto de la ciudadanía. Todo esto liberaría importantes recursos económicos, que podrían dedicarse a atender necesidades sociales y a crear empleo.
  • Dimensión medioambiental. Los sistemas de producción y distribución de bienes y recursos deberán ser compatibles con el respeto y la protección del medio ambiente como garantía de bienestar para las generaciones presentes y futuras. La sostenibilidad del desarrollo constituye un elemento definitorio del régimen republicano.
  • Igualdad jurídica y real entre mujeres y hombres. En el plano familiar, económico, político y cultural la República establecerá la igualdad de género y luchará por la erradicación de cualquier manifestación ideológica o práctica de los modelos machistas y patriarcales.
  • Política exterior antiimperialista y pacifista: La orientación antioligárquica y la lucha por la igualdad en el plano estatal debe tener su correlato a nivel transnacional y global en el reconocimiento constitucional republicano de la igualdad y el derecho a no ser agredido de los pueblos y naciones que conforman la comunidad política planetaria. Esto implica el no alineamiento con bloques militares, el apoyo a la resolución pacífica y negociada de conflictos internacionales y la búsqueda de alianzas regionales de carácter antiimperialista que garanticen un desarrollo endógeno y autocentrado que lleve a la soberanía económica.
Para alcanzar la fuerza social y política necesaria que nos lleve a esta República es preciso plantear desde ahora mismo líneas estratégicas que consigan ampliar y articular la actual base social y organizativa prorrepublicana en el conjunto de Andalucía, incorporando a colectivos y personas mediante la divulgación, la agitación y el debate público. Esto solo podrá conseguirse si presentamos la República no solo como una nueva forma política de Estado, sino como un régimen de contenido social antioligárquico, que como tal tenderá a disminuir la desigualdad social existente, a defender el patrimonio público y a integrar la lucha ideológica, social y política de modo que se refuerce y cobre presencia la imagen y la simbología republicana. La culminación política del proceso estratégico no puede ser otra que la apertura de un proceso constituyente que de lugar a una nueva Constitucion Republicana. Rechazamos cualquier intento de adaptar o modificar la actual Constitución monárquica para posibilitar una nueva forma de Estado Republicano en el marco de la Constitución del 78. La Tercera República debe nacer como fruto de un proceso constituyente que cierre por fin la larga herencia del franquismo y de lugar a una nueva etapa de nuestra común historia, que avance decisivamente por los caminos de la libertad y la igualdad de los pueblos de España.
CORDOBA, OCTUBRE DE 2017
Coordinadora CORDOBA POR LA REPUBLICA


La Coordinadora Andaluza de Organizaciones Republicanas "Andalucía Republicana" no se identifica necesariamente con los contenidos publicados, excepto cuando son firmados por la propia coordinadora.